Rendimiento,  RRHH

Los valores en una organización

Para mantener un puesto de trabajo no basta con alcanzar las metas de ventas, aumentar la productividad o reducir costos. Es necesario, ahora que se considera al trabajador parte esencial de la cadena productiva, crear un ambiente propicio para el adecuado desenvolvimiento de las labores diarias. Se ha demostrado que un buen clima organizacional tiene gran incidencia en lo dicho al principio. Pero esta tarea no es exclusiva de los jefes. El trabajador de menor jerarquía también debe aportar. El fomento de la armonía es tarea de todos.

El clima organizacional se basa en valores. Las metas son importantes, la visión, es cierto, pero sin trabajadores comprometidos, difícilmente se pueden alcanzar objetivos. Por más modestos que estos sean. Es necesario que los valores se transmitan con éxito a todos los miembros de la organización. Deben estar a la altura de los ojos.

La lógica es bastante simple: ofrece un chocolate y recibirás una caja de bombones. Los valores deben apuntar al cliente. Pero, ojo: el público externo no es el único objetivo. Estos valores deben tener ciertas características entre las que resalta la siguiente: deben ser fácilmente asimilables por los trabajadores, el público interno.

Si se toma un valor que únicamente puede aplicarse en el contexto de las horas de trabajo o solo está orientado al cliente, pues el público interno no podrá asimilarlo. La idea es hacer que los valores de la organización sean los valores del trabajador. Una vez que esto se logra, no es difícil hacer que las metas de la empresa se conviertan en las metas de las personas que integran la empresa.

Los valores no solo sirven para alcanzar metas. También son, hasta cierto punto, medibles. Basta una auditoría interna para poder evaluar si es que son tomados en cuenta. Si todo está bien diseñado, pues se pueden sacar a flote ciertos problemas. Es lógico: los valores determinan el clima organizacional. Y el clima organizacional, la productividad. Y la productividad, los ingresos de la empresa.

Obviamente no todo se reduce a los valores. Pero estos son, sin duda, una de las variables más importantes.

Nada se da por arte de magia. Los trabajadores deben esforzarse. Tratar de asimilar los valores. Encuadrar las metas propias y de la empresa. Es por el bien de la organización y, por extensión, del propio bienestar.

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