Liderazgo

Las políticas de liderazgo cambian con la crisis

En tiempos de bonanza económica, es fácil llevar a cabo políticas de motivación y compromiso, pero, en época de incertidumbre, el compromiso se diluye y reina la desmotivación entre los equipos. Si el escenario no es el mismo, ¿Por qué continuar con las mismas políticas de liderazgo?

La crisis ha afectado a numerosos ámbitos y uno de ellos, es sin duda, el modo de liderar. Liderar en tiempos de crisis no es fácil y los directivos tienen ante sí nuevos retos a los que enfrentarse. Equipos desmotivados entre los que se ausenta el compromiso y se pierde la confianza, dibujan un difícil panorama para los responsables de equipos. Desde Directivosplus se alerta de que la forma de liderar ha cambiado, el escenario es distinto y, por tanto, las políticas de liderazgo tienen que cambiar para adaptarse a los nuevos tiempos.

Liderar desde la humanidad y la ética

“En bonanza económica es muy fácil hacer políticas de motivación y compromiso, pero en tiempos de incertidumbre la palabra compromiso se diluye fácilmente”, afirma Carlos Hernández. Dada la situación económica, es muy difícil que la empresa pueda ofrecer compromiso y de ahí surge la desconfianza. “Por este motivo es clave aportar a los equipos sinceridad, ética y respeto. La desconfianza es el principal enemigo de la desmotivación”, apunta Hernández. Es vital que el directivo renueve su modo de liderar y se base en una nueva forma de dirigir desde la humanidad y la ética. Únicamente se puede fomentar la motivación si los empleados confían en la empresa. La confianza hace surgir la motivación.

No desmotivar al empleado

En época de crisis, entre ERES, despidos, falta de incentivos y congelaciones salariales, los profesionales tienen que buscar sus propios elementos motivadores y es deber del directivo facilitar que esos elementos fluyan. Tal y como apunta Hernández, “un líder debe liderar con pocos recursos, no obstante cada profesional debe de ser el responsable de su propia motivación, la empresa debe de poner los medios, pero no debemos de ir a la empresa a “que nos motiven”. Así, pues, el líder tiene que concentrarse en estos tiempos, en no desmotivar al empleado y facilitarle el camino para que aprenda a encontrar su propia motivación. Esto se consigue en palabras de Carlos Hernández “a través de empatía, comunicación, confianza y creatividad.

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