– Cuando las tareas están tan relacionadas entre sí que resulta difícil determinar qué ha hecho cada cual.
– Cuando la organización de la empresa facilita la aplicación de incentivos por equipos (existen pocos niveles jerárquicos y los equipos de un mismo nivel realizan la mayor parte de su trabajo con poca dependencia de sus supervisores o de la alta dirección; la tecnología permite separar el trabajo en grupos relativamente independientes y autocontenidos; los empleados se comprometen con su trabajo y están intrínsecamente motivados; la firma insiste en los objetivos de grupo).
– Cuando el objetivo consiste en fomentar el espíritu empresarial de los grupos de trabajo autodirigidos.