Es indudable que, cuando se trabaja en la misma empresa y se está muy relacionado entre sí por las funciones del puesto o por otros motivos, surgen amistades y relaciones entre trabajadores que pueden ir a buen puerto o terminar mal, eso ya depende de cada uno.
Pero quizás te preguntes si un Director de RR.HH. ha de ser amigo de los trabajadores o un simple compañero de trabajo con el que puedes hablar e incluso pedir favores pero que no está condicionado a nada.
¿Por qué te decimos esto? Bueno, ten en cuenta que un Director de Recursos Humanos es la persona que lleva los contratos de cada trabajador, que si hay problemas o quejas es él quien tiene que resolverlas y que ha de terminar contratos y despedir a muchos trabajadores con los que trabaja. Por ello si entabla amistad con ellos, aunque puede tener beneficios, también puede ser malo, para él sobre todo, porque le será mucho más difícil despedir a alguien o incluso no tomará las decisiones con objetividad sino basándose en su criterio y en proteger a sus «amigos».
Por ende, ¿qué es mejor? Siempre es bueno el punto medio, es decir, intentar compaginar una amistad con la profesionalidad y ser consecuente en sus decisiones. Así mismo, tampoco está de más el saber distinguir entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio no mezclando los dos y actuando de una forma u otra en cada uno
