Si estás en esta situación aquí tienes algunos consejos, para superarla:
Acostúmbrate a presentar propuestas y soluciones, no problemas. En otras palabras: evita andarte quejando. La capacidad para solucionar problemas, y para trabajar en equipo, son dos cualidades que siempre serán bien valoradas.
Por eso, anímate también a participar en los proyectos de tu empresa, investiga qué proyectos desea impulsar tu compañía y ofrécete a ser parte: todo empleado, para ser bien valorado, también tiene que ser visible.
En ese sentido, también e conviene aprender a medir y documentar bien tus logros – pero sin exagerar, a nadie le caen bien los sabelotodos.
Manejar con eficiencia la agenda de tu tiempo y conservar tu credibilidad también son dos activos personales y profesionales muy importantes que tenes que aprender a administrar.
Formate
Un mayor esfuerzo por capacitarte y adquirir habilidades en temas relacionados con tu trabajo te hará más productivo y por consiguiente más valioso para la empresa – además de ayudarte a crecer como persona y profesional.
Así que no dudes en tomar la iniciativa: la educación jamás está de más y no es un gasto, sino una inversión.
Además, gracias a Internet, hay casos que lo único que tendrías que invertir es algo de tu tiempo.
Reinvéntate
Si no te gusta lo que haces, lo más probable es que eso se refleje en tu trabajo y te suba varios puestos en la lista de prescindibles.
Por eso, antes que la crisis arrecie, tal vez sería una buena idea pensar bien acerca de lo que quieres y sos bueno para hacer.
Y si te mandan al «descanso obligatorio», podrías aprovechar la oportunidad para preguntarte si quieres seguir en la misma línea de trabajo que tan poco feliz te estaba haciendo.
La crisis podría darte la excusa que estabas buscando para reinventarse y buscarte otro empleo en el que te sientas mejor. Por eso, si alguna vez tuviste la sensación de que podrías estar haciendo otra cosa, este tal vez sea el momento de intentarlo.
Si tenes tú propio negocio, es hora de repasar algunos detalles para aumentar el diferencial
Los 10 mandamientos de un negocio exitoso:
1- Cuida a tus clientes. Son tu activo más valioso.
2- Cobra lo más rápido que podas: de ahí sale la planilla.
3- Baja los gastos de teléfonos, luz y papelería. Por ejemplo, podes dejar de imprimir los documentos que se pueden archivar o transmitir vía electrónica. O imprimir a doble cara, en tamaño reducido, u ocupando un tipo de letra» ecológica » que gasta menos tinta.
4- Reducir salidas y traslados a lo indispensable.
5- Revisa cuidadosamente cualquier gasto o inversión antes de llevarlo a cabo.
6- Cuida los activos de la empresa (coches, fotocopiadoras, computadoras, etcétera).
7- Vendé más. Invertí y véndele más a los clientes actuales y a los potenciales.
8- Sé más eficiente con la utilización de tu equipo de trabajo y trata de eliminar al máximo el tiempo improductivo y el tiempo extra.
9- No hagas contrataciones innecesarias.
