Rendimiento

Incertidumbre y estrés, cuando los nervios se apoderan

Trabajas en una empresa, da igual que sea grande o pequeña y, de pronto, comienzas a saber de rumores de un recorte de plantilla, de que se va a despedir o incluso de que puede cerrar la empresa y, con ella, el puesto de trabajo que llevas haciendo durante «x» tiempo.

En esos momentos en los que no sabes si es verdad o no, en que temes por tu puesto de trabajo, los nervios, la situación, en algunas personas, es un momento en el que pueden llegar incluso a derrumbarse y comenzar con algún vicio (por ejemplo fumar más o beber más) para intentar desahogar las penas y olvidarte de ellas durante un tiempo.

Pero esa no es la solución. Si tienes rumores en la empresa y tu jefe o supervisor es lo bastante cercano, ¿por qué no le preguntas? Incluso puedes hacerlo al Director de Recursos Humanos quienes es posible que te expliquen si es real o no o que puedas sacar unas conclusiones tú mismo sobre la situación de la empresa.

Una vez hecho esto también puedes empezar a buscar otro trabajo aún estando trabajando. No es que puedas ausentarte de tu actual trabajo (porque no sabes si tu puesto corre peligro o no) pero sí podrías tener un seguro y después ya es cuestión de decidir.

Lo que sí tienes que tener en cuenta es que no puedes (o más bien debes) decir que te cambias de empresa porque la tuya va mal y va a haber despidos, eso es algo de carácter interno y nuestra empresa requiere de nosotros mismos un compromiso (es decir, que no vayamos soltando a cualquier información confidencial, aún cuando sean rumores).

Y, sobre todo, ten en cuenta que cuanto más nervioso y preocupado estés es posible que acabe afectando a tu rendimiento laboral y eso no es lo que queremos.

Soy Licenciada en Ciencias del Trabajo y Diplomada en Relaciones Laborales. Durante mi formación me especialicé en Recursos Humanos (RRHH)

One Comment

  • Senior Manager

    La incertidumbre puede ser un factor peligroso en estos tiempos, por lo que es mejor tomarse las cosas con calma y no precipitarse a tomar decisiones innecesarias que más bien podrían causar más daño que bien.

    Esperar callado a ver los resultados es lo mejor, pues no hay forma de evitarlos, pero si de que no nos afecten por nuestra propia culpa .
    SM

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