Las circunstancias que favorecen los planes de incentivos en cualquier empresa pueden ser lo siguientes:
– El reparto de ganancias probablemente funcione mejor en fábricas pequeñas y medianas, donde los empleados pueden percibir la relación entre sus esfuerzos y el rendimiento de la unidad.
– Cuando la tecnología limita las mejoras de eficiencia, el reparto de ganancias tiene menos posibilidades de funcionar.
– Si la empresa tiene múltiples fábricas con distintos grados de eficiencia, el plan debe tener en cuenta estas diferencias para no penalizar a fábricas eficientes y recompensar a ineficientes. Es difícil hacer esto cuando no hay muchos datos históricos.
– El reparto de ganancias posiblemente tenga menos éxito en las empresas con una jerarquía tradicional, fuerte dependencia de los supervisores y un sistema de valores antagónico con la participación de los empleados.
– El reparto de ganancias resulta más adecuado en situaciones en las que la demanda del producto o servicio de la empresa es relativamente estable.