RRHH

La remuneración o retribución, como elemento diferenciador

La remuneración es el único asunto dentro de la gestión de recursos humanos del que todo el mundo quiere hablar, pero no hay función que esté cambiando tanto como la remuneración.

En este sentido, es difícil determinar cual es el mejor sistema de retribuciones cuando las antiguas descripciones de puestos de trabajo vinculadas a escalas salariales se están quedando obsoletas.

Dentro de su organización, el sistema de remuneraciones debe ayudar a atraer, mantener e incentivar a los empleados, en este ámbito las funciones básicas son las siguientes:

– Elaborar un sistema de evaluación y remuneración que se adapte a las necesidades cambiantes de la organización.
– Informar a todos los empleados del sistema de salarios.
– Garantizar la equidad del sistema. Convencer a la dirección y a los empleados de que el sistema es justo, equitativo y competitivo.
– Conocer (mediante encuestas) lo que piensan los empleados sobre el sistema de salario y cuales son los incentivos que más valora cada empleado.

El director del departamento de recursos humanos debe diseñar un sistema de remuneración que permita a su empresa:

Contratar a los nuevos empleados por debajo del coste medio del mercado.

– Incentivar a los empleados sin incrementar los costes laborales.
– Ser competitivos, para impedir que el personal ya formado escape a puestos del mismo nivel pero con remuneración sustancialmente mejor.

En la actualidad, aunque no está medido el impacto que tienen los incentivos monetarios sobre el rendimiento de los empleados, cada vez es más frecuente que parte del salario varíe en función de la productividad.

La remuneración variable se puede basar en metas de productividad, calidad, servicio o ventas usando índices de coste, tiempo, cantidad, calidad o reacción humana, premiando al individuo o al equipo. Hoy ya hay compañías que establecen una parte variable en la remuneración de toda su plantilla.

La excelencia de un sistema de remuneración variable se consigue cuando los incentivos por la consecución de unos objetivos determinados no distraen al empleado del resto de la funciones que debe desempeñar sin recibir un incentivo monetario específico.

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